Con tan solo las yemas de los dedos, uno puede tener la sensación de ingravidez al mover la lámpara Copérnica de Marset, diseño de Ramírez i Carrillo, 2017. Como si levitara, apenas se nota su peso, se desplaza por el espacio de forma precisa sin fricción ni resistencia.

Copérnica Marset

Círculos, semicírculos, tubos y barras de diferentes diámetros y grosores, materiales y pesos distintos… Con todos estos elementos primarios, la colección Copérnica de Marset construye esculturas geométricas de luz, que establecen una relación íntima con el espacio y combinan funcionalidad con la belleza de las líneas puras.

La colección se compone de una versión de escritorio y una de pie que juegan con contrapesos al mezclar materiales de distinta densidad, como aluminio en el cabezal o acero en el extremo opuesto. Esta estructura permite mover la lámpara con gran precisión alcanzando alturas y distancias distintas para ajustar la posición y la dirección del haz de luz al gusto.

Copérnica de Marset dibuja esculturas minimalistas en el espacio como si fuera un lienzo, y la cuidadosa selección de colores que se ofrece añade suaves toques cromáticos al conjunto.