Santiago Bilinkis es emprendedor y teórico de las nuevas tecnologías. Este artículo está extraído de una conferencia impartida en Worktech Buenos Aires 2019. Analiza los avances de las nuevas técnicas de Inteligencia Artificial  la forma en que debemos prepararnos para un nuevo mundo.

Digamos de entrada, que nos vamos a quedar todos sin trabajo. Nos lo está diciendo gente tan preparada como Bill Gates, Zuckerberg, Musk o el presidente del Banco Mundial: la tecnología está cambiando el trabajo. Los robots vienen a por nosotros. ¿Qué podemos hacer al respecto?

Deep Learning

Hablamos de un tipo particular de Inteligencia Artificial que se conoce como Deep Learning. La misma con que Google desarrolló el programa Alpha Go, capaz de vencer al campeón mundial de go con líneas de juego que, durante miles de años, los seres humanos ni siquiera habíamos sido capaces de imaginar. Este ordenador no fue programado para jugar a go sino para aprender a hacerlo después de analizar cientos de miles de estrategias y jugar consigo mismo diez millones de partidas. El resultado es un programa con habilidades sobrehumanas que, además, propone soluciones de gran belleza.

Más ejemplos. El robot periodista del Washington Post publicó más de 800 artículos sin que nadie advirtiera que no había una persona detrás. Existen programas de medicina que pueden diagnosticar cánceres a partir de imágenes y proponer tratamientos preventivos que no puede prever un oncólogo. Hay máquinas que sustituyen abogados con la ventaja de un caudal de información que les brinda una efectividad del 94% en cuestión de segundos.

¿Cómo estamos reaccionado a este fenómeno? Simplemente, no lo estamos haciendo.

La nueva realidad

Sabemos que, en unos años, van a desaparecer todos los trabajos conocidos por obsoletos, pero van a aparecer otros trabajos nuevos. No es un problema de paro sino de adaptación a una nueva realidad. Debemos prepararnos y desarrollar nuevas capacidades para trabajos que no existen y no sabemos cómo van a ser. Hace diez años, se buscaba en un trabajador que tuviera experiencia, conocimiento técnico y dedicación. Ahora se pide resiliencia y capacidad de liderazgo. Pero en cuestión de una década se valorarán otras virtudes: innovación, creatividad y, sobre todo, capacidad de reciclaje continuo. Se trata de pasar de un blanco fijo a un blanco móvil.

Será necesario redefinir la educación asumiendo que todo lo aprendido en la etapa universitaria tiene fecha de caducidad y es necesario aprender cosas nuevas continuamente. Debemos pasar de un modelo de aprendizaje intenso en la juventud y escaso en la vida laboral a un modelo de aprendizaje y trabajo combinados para toda nuestra vida productiva.

Adaptarse al cambio permanente

En mi opinión, aparecen tres aspectos cruciales para entender el futuro del trabajo y nuestra capacidad de adaptación:

Vamos a convertirnos en centauros ya que está demostrado que sólo hay una cosa que puede superar a una máquina y es un equipo formado por hombres y máquinas.

Debemos recuperar a los innovadores y luchar contra la resistencia al cambio. Una aversión absolutamente humana aprendida después de siglos de proceso evolutivo para adaptarnos a un medio que no cambiaba nunca.

Finalmente, debemos recuperar la empatía. Estamos vaciando los trabajos de este sentimiento para alcanzar la eficiencia de las máquinas. Pero es absurdo intentar competir con las máquinas. El desafío es volver a inundar los trabajos de humanidad y empatía.

Santiago Bilinkis

Es emprendedor y tecnólogo argentino. Fundador de Officenet y Quasar Ventures. Autor de los libros Pasaje al Futuro y Guía para Sobrevivir al Presente. Columnista de radio y televisión y conferenciante reconocido internacionalmente. Este texto es un extracto de la conferencia que Santiago Bilinkis impartió en Worktech Buenos Aires, organizada por Contract Workplaces.