La arquitectura protegida del palacete madrileño, a donde se traslada la compañía Intu, con un interiorismo enfocado por sus propios equipos a la salud física y mental de los empleados, crea un entorno confortable alejado de la estricta funcionalidad de las oficinas al uso. El resultado es un espacio excepcional donde trabajar como en casa.

Intu en Madrid

Las nuevas oficinas de Intu en Madrid surgen de la necesidad física y emocional de trabajar en un entorno más amable, acorde a las necesidades del equipo humano de la compañía de REIT.

En enero de 2018, se inicia el proyecto de la nueva sede de Intu. Como paso preliminar, se lleva a cabo un análisis detallado de los esquemas de trabajo del equipo para comprender las necesidades espaciales y funcionales. Observando los hábitos, los tiempos ocupados en mesas de trabajo, salas de reuniones, teléfono y formas de estar o sentarse en cada momento.

Intu en Madrid

Eficiencia del espacio

Se obtienen resultados cuantitativos sobre las necesidades de tipos de espacios y sus dimensiones, y se identifican como prioritarios los aspectos técnicos relacionados con la luz natural, acústica y climatización. Son los aspectos más demandados por el equipo. En base a ello, se elabora la estrategia, enfocada a la eficiencia del espacio, confort y bienestar del equipo, alineada con la cultura corporativa de la compañía.

A partir de ahí, se plantea la necesidad del cambio de oficina Se constituye un equipo multidisciplinar con la implicación de los departamentos de administración, recursos humanos, sostenibilidad, project management y diseño.

Intu en Madrid

El objetivo WELL de Intu

Con el proyecto de trasladarse a una nueva oficina, se brinda la posibilidad de un cambio radical en el entorno de trabajo. El objetivo consiste, no sólo en una mejora de las condiciones físicas y tangibles, sino también en el estado de ánimo, lo que en Intu denominan el ‘feeling well’.

La primera decisión fundamental es elegir el lugar. Se apuesta por un antiguo palacete de la Castellana, construido por Joaquín Saldaña en 1904 siguiendo el estilo Belle Époque. Se trata de uno de los últimos vestigios de la arquitectura palaciega en la principal arteria de Madrid, que llegó a tener cincuenta palacetes de los que solo quedan doce. Protegida patrimonialmente por su valor histórico y arquitectónico, es una edificación singular.

Con un espacio exterior ajardinado, una escala muy humana y una altura de tres plantas más un ático retranqueado, el edificio se aleja de la imagen moderna de las grandes alturas con superficies acristaladas, predominantes en el Paseo de la Castellana. Esto lo convierte en un reducto de tranquilidad, sutilmente aislado del bullicio ensordecedor de las calles adyacentes.

Intu en Madrid

Transformación radical

El interior del edificio original era un espacio en bruto, sin tratar. Superficies blancas en suelos, paredes y techos, con un espacio diáfano en el que la propia arquitectura organizaba una zona frontal muy luminosa con la parte más antigua protegida. El único elemento que estructuraba el lugar era una escalera de madera. Al fondo, un área de comunicación vertical y un muro cortina ofrecían un espacio de más de privacidad.

La transformación del diseño debía ser radical, pero siempre respetando el grado de protección patrimonial. Así, se apuesta por la introducción de materiales cálidos y confortables como la madera, alfombras sobre la piedra natural original, abundante color para romper con la hegemonía del blanco, tanto en paredes como en suelo o en mobiliario. Se introducen también plantas naturales en zonas de trabajo y de esparcimiento.

Intu en Madrid

Hot Desking

El propio amueblamiento sigue estas pautas, eligiendo unas mesas de formas orgánicas, con agrupaciones de tres personas, que dinamizan el modo de trabajo. Esto se refuerza paralelamente con la política de hot desking que se establece en la empresa, dando flexibilidad total a la hora de elegir puesto de trabajo.

La iluminación también juega un papel fundamental. Introduce elementos decorativos, tanto en la entrada como en espacios de recepción, de relax, o en los propios puestos de trabajo. Se atenúa así la frialdad de una iluminación técnica propia de un entorno de oficinas.

Todo esto se complementa con rincones de atmósfera doméstica para sentarse de forma más relajada, permitiendo una higiene postural. Pensados para reuniones informales, hablar por teléfono o, simplemente, cambiar el área de trabajo para una mayor concentración. En cada una de las plantas, se organizan estos rincones cuidando especialmente materiales, mobiliario y colores para contribuir al bienestar.

Intu en Madrid

Sótano polivalente

El sótano, pese a no tener iluminación natural, se convierte en el espacio más abierto, dinámico y flexible de la oficin. Gracias a los tabiques móviles, revestimientos de madera de roble, gradas de madera y una alfombra multicolor que se extiende por toda la huella del edificio. El objetivo es ofrecer un área polivalente, capaz de alojar un gran workshop, celebrar conferencias, organizar desayunos de trabajo o una clase de yoga.

El espacio de la planta segunda es el más institucional. Se destina, en su totalidad, a zonas de reunión, tanto formales en salas como informales, mediante un área central con sofás modulares y butacas que permiten distintas agrupaciones. También aquí, el uso de alfombras de colores y texturas aporta calidez, haciendo el espacio más doméstico.

El rooftop, se reserva para área de esparcimiento del equipo. Está presidido por un cubo de cristal que hace las funciones de comedor. De nuevo, el mobiliario de color y los materiales confortables contribuyen al bienestar.

Intu en Madrid

Las cifras

El proyecto de rehabilitación del palacete para Intu ocupa una superficie construida de 1.071 m2, con una superficie en planta de 600 m2. Los suelos han sido pavimentados con material de Desso, Mixonomi y Asteranne, productos de Tarkett. Para la iluminación de los diferentes espacios se han utilizado lámparas de mesa de Artemide, así como equipos de Flos, Moooi y Lledó. Los asientos tapizados son de Inclass, Andreu World y Sancal. También se han utilizado elementos de Actiu en los espacios de trabajo operativos.

La creación de espacios que generan buen humor tiene un impacto en la satisfacción de los empleados, fomentando tanto el talento como la creatividad.

El amueblamiento sigue los criterios de favorecer el bienestar. Las mesas de formas orgánicas, con agrupaciones de tres personas, dinamizan el trabajo. Estas mesas se enmarcaron bajo unas alfombras verdes de Tarkett que hacen aún más confortable el espacio de trabajo. Esto se refuerza con la práctica del hot desking que permite escoger mesa a la hora de elegir puesto de trabajo. En el proyecto se han utilizado superficies de Dekton y Silestone.

Intu en Madrid

FICHA TÉCNICA:

Sede de Intu Madrid. Dirección del proyecto: Raúl Pojer, María Arboledas, Esther Díaz (Intu). Proyecto WELL: Monica Chao (Intu). Redacción de proyecto, dirección de obra, construcción y certificación WELL: CBRE. Equipo: Goretti Díaz, Carlos Soriano y Sara Anguitar (design). Marina Madroñal (interiorismo). Pasión Pinteño y Ana Romero (obra). Patricia Fuertes (WELL). Mobiliario: Andreu World, Inclass, Actiu, Sancal, Viccarbe, Punt Mobles, Isimar, Expormim, Iconcept, Kvadrat, Softline, Fat Boy, Ikea, Mr Wils, Aromas del campo, Hamble. Jardinería: Viveros Shanghai, Los Peñotes. Iluminación: Artemide, Aromas del Campo, Flos, Moooi, Norman Copenhagen, Ferm Living, Lledó. Superficies: Dekton, Silestone. Alfombras y moquetas: Tarkett. Carpintería a medida: Zarzo. Tabiquería móvil: Partiziona. Informática: DNX Soporte informático.

TEXTO MÓNICA CHAO Y ESTHER DÍAZ. FOTOGRAFÍA FERNANDO ALDA

Intu en Madrid
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Planta baja
Intu en Madrid
Planta primera
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Plano de planta segunda