Para pasar a otra etapa en su desarrollo creativo, el estudio de videojuegos Eidos-Montreal quería nuevas oficinas para sus crecientes necesidades. Para responder a esto, los arquitectos de La Shed se inspiraron en los principios del urbanismo para concebir el diseño: el estudio fue concebido y construido a imagen de una ciudad, de una comunidad de Eidosenos.

En más de diez años, el estudio Eidos ha crecido de un espacio para dos empleados a una oficina de 4.645 metros cuadrados de dos pisos con capacidad para casi 500 personas. El principal desafío del desarrollo fue unificar los dos niveles en un todo cohesionado.

Eidos-Montréal la SHED Architecture

Como en casa

El estudio en crecimiento quería un espacio cálido, a escala humana, para sus diseñadores, creativos y artistas. El director del estudio quería la sensación de estar en casa. Inspirados por el sentido de comunidad del estudio, los arquitectos diseñaron el diseño del nuevo espacio pensando en un pueblo.

El lenguaje urbano de La Shed se expresa a escala de oficina: las habitaciones, los pasillos y el vestíbulo de entrada dan paso a casas, callejones, plazas y una gran plaza pública. Dejan la simple funcionalidad de los espacios y elementos arquitectónicos para crear un universo propio del estudio y reforzar el sentimiento de pertenencia al lugar.

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La base de la ciudad

Las salas de creación, las salas de reuniones y las oficinas de dirección son volúmenes que participan del juego de sólidos y vacíos. Sus ubicaciones crean de forma natural caminos que convergen hacia el foro, el corazón del estudio abierto en dos niveles. Como un lugar público donde conviven diferentes sociabilidades, el foro permite encuentros y tertulias. Los elementos arquitectónicos y el mobiliario a medida contribuyen a esta vida social del ágora, ya sea alrededor de mesas diseñadas para ensamblar o en la escalera escalonada que conecta los dos pisos mientras sirve como anfiteatro durante las presentaciones.

Los volúmenes que rodean la plaza pública central se destacan del techo para crear una línea de horizonte que refuerza el carácter urbano del espacio. Este abismo de la ciudad dentro de la ciudad difumina los límites entre el interior y el exterior, al tiempo que asegura mantener el contacto con el centro de la ciudad gracias a los numerosos avances visuales que ofrece la configuración del espacio.

Creación de universos

En las estancias cerradas, diseñadas por La Shed como pequeños edificios, las ventanas se abren a otras ventanas y la iluminación estilo tragaluz recrea la luz natural. Esta reconstrucción de la realidad a través de elementos urbanos se inspira en el trabajo de creación de universos que el estudio ofrece en sus videojuegos. El proyecto coquetea con lo real y lo imaginario sin caer nunca en un segundo plano, gracias a arreglos hechos a medida, encarnados y significativos. Las funciones de los volúmenes se expresan por su propia materialidad sirviendo como referentes: mosaico blanco para las instalaciones sanitarias, fieltro gris para las salas de sonido, vidrio esmerilado para las salas de reuniones y varillas trianguladas para las salas de creación.

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La geometría urbana de este pueblo es similar a la ciudad vieja a escala humana con su laberinto de callejones y plazas por las que se puede caminar. La Shed dispone las oficinas en hilera de forma que ofrezcan zonas de circulación más sinuosas y menos rectilíneas. Los pods, estos pabellones de trabajo donde se pueden realizar reuniones informales y creativas, ayudan a romper el marco ortogonal. Estos lugares de intercambio, si bien integran funciones técnicas esenciales en la oficina (guardarropa, imprenta, etc.), segmentan el espacio abierto y crean subespacios que puntúan el recorrido.

Techo a medida

Inspirada en el logo de la empresa y los gráficos de algunos de sus juegos, la forma triangular se encuentra en muchos elementos de la distribución: desde los tiradores de los armarios hasta las mesas, pasando por los taburetes y la estantería. Para equilibrar el lado angular del triángulo y aportar suavidad al lugar, los arquitectos trabajaron el redondeo a través de ciertos muebles, ciertas esquinas de las paredes, acentuando así el aspecto residencial de la distribución. Lejos de la estética bastante oscura de los videojuegos, el estudio está destinado a ser brillante, relajante y cómodo. 

La pieza central del proyecto de La Shed es sin duda el techo que oculta la mecánica de toda la superficie del estudio en una firma visual propia de la agencia. Diseñada y realizada a medida, esta cuadrícula formada por miles de triángulos acompaña las áreas de cursos y reuniones, mientras camufla el desorden técnico. Espumas acústicas, luces, rejillas de ventilación y sistema de rociadores, esta versátil malla varía en densidad según las necesidades. Las extrusiones de espuma acústica más gruesas donde se encuentran y los triángulos vacíos alrededor del perímetro crean contraste y texturizan el techo. Las luminarias trianguladas sobresalen de las áreas de tránsito y dibujan un camino de señalización al mismo tiempo que energizan el espacio. Como una bóveda estrellada, el techo contribuye al carácter único y fantástico del lugar.

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Ficha técnica:

Este proyecto va más allá de los desafíos del diseño de oficinas para una empresa con varios cientos de empleados. Recomponiendo un estudio a imagen de un pueblo, los arquitectos ofrecen un lugar de trabajo y vida habitable, único, humano, inspirado y propicio para la creación.

Proyecto ganador del Premio a la Excelencia en Arquitectura – Diseño de Interiores 2020 de la Ordre des architectes du Québec. Proyecto ganador de la Oficina de más de 20.000 pies cuadrados Premio y Premio Iluminación y Superficie en los Grands Prix du Design 2020

Eidos-Montreal. Ubicación: Montreal, Quebec, Canada. 
Arquitecto: arquitectura La SHED.  
Créditos de las fotos: Maxime Brouillet.
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