A menudo se piensa en la creatividad como una cualidad exclusiva de los genios artísticos. En realidad, está presente en todos nosotros y es algo que se puede mejorar y nutrir con las herramientas y el entorno adecuados. En este informe se proponen unas pautas para crear espacios que favorezcan la creatividad y la innovación.
La imagen superior corresponde a un proyecto en Madrid de Bardo Arquitectura.
La creatividad es la capacidad humana innata de generar ideas, resolver problemas difíciles y explotar nuevas oportunidades: es el combustible para la innovación. Muchos de los problemas empresariales más apremiantes de la actualidad requieren un pensamiento creativo para resolverlos, y la creatividad es un ingrediente esencial para el crecimiento empresarial.
A medida que las eficiencias se optimizan a través de tecnologías digitales más sofisticadas, las ganancias en productividad están impulsadas por la capacidad de los equipos y las empresas para resolver problemas y crear valor a través de la creatividad colectiva.
Un informe del Foro Económico Mundial encontró que el 52 por ciento de los CEO planean contratar más empleados, pero las habilidades que consideran más importantes son aquellas que no pueden ser replicadas por las máquinas.
Millennials creativos
Para las generaciones que ahora ingresan en el mercado de trabajo, la elección y el control son clave, lo que refleja su mayor valor en la autoexpresión, la comodidad, las conexiones sociales y la obtención de un fuerte sentido de propósito de su trabajo. Esto significa que las empresas deberán pensar de manera diferente para atraerlas, retenerlas e inspirarlas.
Las organizaciones deben aceptar que la creatividad es un proceso en el que cualquiera puede participar, con el conjunto correcto de comportamientos y formas de trabajo. Por lo tanto, en lugar de gestionar proyectos de forma lineal, hoy la resolución de problemas complejos requiere una exploración multidisciplinaria de territorio desconocido, agilidad e iteración, pensamiento divergente y convergente. El proceso de trabajo creativo es fluido y a menudo desordenado, y abarca frecuentes callejones sin salida y fallas que se convierten en parte de un ciclo de aprendizaje.
A su vez, el espacio de trabajo en sí mismo desempeña un papel central en el fomento del proceso creativo y una cultura de la creatividad, con investigaciones científicas que muestran fuertes vínculos entre la cognición creativa y el entorno físico.
El espacio y la tecnología combinados pueden apoyar mejor el trabajo creativo cuando se diseñan como un sistema holístico e integrado. Los siguientes tres principios de diseño proporcionan una guía para proyectar espacios inspiradores:
1. Crear una conexión emocional
La inspiración ambiental y los elementos de diseño reflexivos inspiran el pensamiento y ayudan a construir una cultura de equipo. Conviene proporcionar comodidad física y emocional en un ambiente cálido y acogedor. Los espacios deben alentar a las personas a explorar visualmente diferentes soluciones a sus problemas. Deben ayudar a trabajar con la experimentación y el compromiso con la tecnología integrada.
2. Cultivar la confianza creativa
Todos los empleados deben estar capacitados para abordar problemas complejos, independientemente de su jerarquía o posición en la empresa. Las oficinas deben permitir el acceso equitativo a todos los espacios, herramientas y tecnología para fomentar la participación equitativa. Los dispositivos informáticos a gran escala, permite que todos contribuyan e interactúen con el contenido.
3. Construir un ecosistema fluido
Una variedad de espacios de diversas tipologías donde las personas puedan escoger el momento ayuda a avanzar en el proceso creativo. Fomenta momentos de exploración individual, descanso, conexión social, co-creación y evaluación. Asegurar que haya una conectividad perfecta entre espacios apoya el flujo de información y experiencias. Las tecnologías basadas en la nube permiten esto, de modo que el trabajo puede moverse con las personas a medida que pasan de un sitio a otro.
Fuente: artículo de Serena Borghero, de Steelcase, sobre el estudio Creativity and the Future of Work Survey de Steelcase. Workplace Insights
