Identificamos el sonido con la escucha de aquello que nos interesa, y el ruido con lo que no necesitamos oír. Planificar e implementar una estrategia acústica inteligente en la oficina para amortiguar el ruido ambiente puede mejorar el bienestar y la productividad.

Las oficinas abiertas presentan una gran cantidad de ventajas relativas a la colaboración, el compromiso de las personas y la transferencia de conocimiento. Pero la ausencia de separaciones las convierte, por lógica, en espacios ruidosos. Teléfonos, conversaciones y dispositivos crean una nube de ruido ambiental capaz de desconcentrar y provocar un principio de estrés a las personas. Los entornos de trabajo bien diseñados deben tener en cuenta este factor y contrarrestarlo con medidas que permitan la concentración y faciliten la comunicación.

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Oficina equipada con fonoabsorbencia de Aistec

El nivel de reverberación

El sonido es una vibración que viaja a través del aire u otro medio y nuestro cerebro lo interpreta mediante el delicado mecanismo del oído. Llamamos ruido a un sonido no deseado que interfiere con nuestra capacidad de concentración. El uso de auriculares en un ambiente de trabajo no puede ser la única solución para luchar contra el ruido.

Los expertos en acústica se fijan en la fuente de emisión de ruido y, también, en cómo se comportan los sonidos en un espacio determinado. El nivel de reverberación mide la cantidad de tiempo que tarda un sonido en disiparse. Los suelos de hormigón, los techos abiertos, las paredes de ladrillo, las ventanas de vidrio tienden a ser demasiado ruidosos porque crean un efecto de megáfono y transfieren el sonido de un lugar a otro.

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Mikodam Hayar Alidec Centre

Fonoabsorbencia

La absorción acústica o fonoabsorbencia consiste en minimizar el ruido al absorber su nivel mediante el uso de materiales porosos que retienen el sonido en lugar de rebotarlo. Este tipo de materiales se pueden utilizar en techos, suelos, paredes, muebles, accesorios y elementos de uso. Si el espacio de trabajo no tiene un techo alto, se debe considerar el uso de deflectores colgantes, paneles de techo suspendidos o espuma acústica para absorber el sonido.

Las moquetas, las alfombras y los pavimentos de vinilo cumplen esta función en el suelo, especialmente si se trata de una superficie dura. En cuanto a paredes y muebles, existen diversos materiales fonoabsorbentes que se pueden incorporar fácilmente a un entorno de trabajo sin sacrificar la estética. Algunos paneles o biombos fonoabsorbentes se presentan en colecciones componibles pensadas para un uso estético determinado. Además, cuando se trata de amortiguar los sonidos en un ambiente de oficina, las plantas son nuestras aliadas.

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Aistec Ecosgreen y Ecolihgt

Medir los sonidos

Comprender la acústica y la reducción de ruido desde un punto de vista científico es importante para entender este fenómeno que afecta a nuestro bienestar. Las ondas sonoras atraviesan el aire en forma de vibraciones que el cerebro traduce como sonido. Las ondas se miden según varios parámetros:

Frecuencias. Determinan el tono de un sonido o su longitud de onda. Estas se miden mediante vibraciones sonoras y se expresan en hercios. Hay tonos altos, como los de la llamada de un móvil, tonos medios, como una conversación entre personas, y bajas frecuencias, como las de los equipos de climatización. El rango audible para el oído humano es de 20 a 20.000 Hz. La frecuencia recomendada para los espacios de trabajo es de 100 Hz a 5.000 Hz.

Decibelios. Determinan la intensidad de los sonidos, habitualmente conocida como volumen. Los humanos podemos oír entre 0 dB y 140 dB. Las frecuencias no tienen correlación con los decibelios, lo que significa que dos sonidos pueden compartir la misma frecuencia, pero tienen volúmenes completamente diferentes. El ruido de fondo recomendado para una oficina es de unos 45 dB.

Tiempo de reverberación. La cantidad de tiempo que tarda un sonido en disiparse. Hay muchos factores que afectan el tiempo de reverberación, como el tamaño del espacio, la temperatura y los materiales e, incluso, las personas. Los expertos consideran que el nivel de reverberación correcto para una oficina es de 0,75 s.

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